Es bien cierto que el verano es una estación muy propicia para practicar lo que de un tiempo a esta parte se llama vermuteo: tomar el tradicional vermut y el aperitivo antes de comer o de cenar.
Hay quien toma el vermut a palo seco, normalmente con hielo y un trozo de limón. Hay quien le añade algo de soda y una oliva. Y hay quien, aunque sea de vez en cuando, gusta de combinar diferentes sabores gracias a la coctelería, ya sea utilizando fórmulas clásicas o echando mano de la creatividad.
Me confieso un seguidor incondicional de las bebidas amargas, así que lo de tomar el aperitivo con vermut, campari o bebidas similares es algo que me entusiasma. Hace muchos años, disfrutaba con el Cynar, un aperitivo hecho de alcachofas que estuvo muy en boga y que después cayó poco a poco en el olvido.
Entre mis preferidos están el cóctel Negroni, cuya fórmula clásica incluye vermut rojo (para mí, cuanto menos dulce y más amargo mejor), campari y ginebra a partes iguales. El único inconveniente que tiene es que es un cóctel muy alcohólico, así que normalmente opto por el Cóctel Americano, que lleva campari y vermut pero no ginebra. Para adaptarlo más a mi gusto, le echo un poco más de campari que de vermut.
En esta entrada vermutera os pongo el enlace de un vídeo que hicimos hace unos años para elaborar un Negroni muy veraniego, preparado por Pablo Lubiano en un local zaragozano que está en la plaza de Santa Cruz y que se llama, precisamente, El viejo Negroni. Pablo sustituye el campari por vino rosado, en concreto de Bodega Enate, de la D. O. Somontano, para que sea más fresco y menos alcohólico. ¡Que lo disfrutéis!
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| Pablo Lubiano, preparando el negroni con vino rosado. Ahí va un Buñueloni | 
 
 
 
 
 
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