miércoles, 17 de diciembre de 2025

Rico panettone de Ascaso de un kilo para disfrute de toda la familia

Ya hace siete años que Pastelería Ascaso lanzó por primera vez para la campaña de Navidad sus riquísimos panettones, una especialidad italiana que prepararon concienzudamente durante meses de trabajo e investigación, que incluyeron una formación en el obrador oscense con el maestro italiano Rolando Morandin, conocido como 'El Papa del panettone'.

Panettone de limón-maracuyá de Ascaso.
Panettone de limón-maracuyá de Ascaso.

Recuerdo que ya entonces quedé prendado de esta creación, en la que Ascaso apuesta por tres sabores: clásico (con pasas de corinto, naranja confitada y glasa con almendra), naranja chocolate (con naranja confitada y baño de gianduja) y limón-maracuyá (fresco e innovador, con limón y cobertura de chocolate de maracuyá de Valrhona). 

El equilibrio de sabores conseguido da como resultado un panettone ligero, jugoso y muy agradable en la boca. El secreto de este dulce reside en la masa madre con la que ha sido creado, puesto que tiene más de 60 años de vida y procede del obrador de Morandin. Para mantenerla en perfecto estado se refresca cada día, se fermenta y se controla su acidez, lo que hace que su nivel de digestibilidad sea excepcional.

Ahora, el de limón-maracuyá se presenta en un formato familiar, de un kilogramo de peso, que se vende en una elegante lata, para que el disfrute alcance sobradamente a pequeños y mayores del núcleo familiar.

Lata en la que se presenta el panettone de un kilo de Ascaso.
Lata en la que se presenta el panettone de un kilo de Ascaso.

Además de para disfrute propio, estas dulces creaciones son regalos con los que quedar muy bien con amigos y familiares. Incluso a distancia, ya que se pueden enviar a través de la pastelería online, con mensajes personalizados. Van en cajas individuales cuadradas con los colores de Ascaso y asas de cordón. Además de en la tienda online, los panettones se pueden adquirir en los tres puntos de venta propios de Ascaso: Madrid (Zurbano, 25), Zaragoza (Arquitecto Yarza, 5) y Huesca (Coso Alto, 9).

Hay que añadir que estas especialidades han dejado de ser productos estacionales, ya que Ascaso los comercializa durante todo el año, dada la aceptación que tienen en su clientela y porque al estar elaborados con materias primas naturales de la máxima calidad son muy digestivos incluso para los días posteriores a los grandes ágapes de estas fiestas o de otras que vienen en el calendario a lo largo de todo el año. Si no los habéis probado, os recomiendo que os dejéis seducir por esta maravilla pastelera de Ascaso.

Panettone de Ascaso, un dulce perfecto para festejar la Navidad.
Panettone de Ascaso, un dulce perfecto para festejar la Navidad.

Para las Navidades, Ascaso dispone de otras muchas opciones, como más de 30 sabores de turrón, tanto con base de mazapán como de chocolate. Muy recomendables son las variedades Tres Cremas, Ponche Ascaso, Tonka y Crujen.

También del chocolate de Aragón convertido en turrón artesano, de cajas de confitería, cestas con los mejores productos de la casa y postres especiales exclusivos de la Navidad, como el Pastel de Fin de Año o el Tronco de Fin de Año, que solamente estarán disponibles en los últimos días de diciembre para dar la bienvenida al nuevo año.

miércoles, 10 de diciembre de 2025

Ensalada de Navidad con escarola y mingrana

La escarola, o esquerola en aragonés, es una de las verduras que el frío nos ofrece para preparar ensaladas exquisitas. De hecho, en el recetario tradicional aragonés hay una humilde 'ensalada de Navidad' en la que la escarola va enriquecida con unos granos de mingrana o granada.

Ensalada de Navidad a base de escarola y granada. Foto del autor del blog.
Ensalada de Navidad a base de escarola y granada. Foto del autor.

Verdes por el exterior y más blancas las hojas cuanto más al centro, el sabor de la escarola amarguea más cuanto más color tiene la hoja. No en vano esta verdura es una variedad mejorada de la achicoria silvestre. La textura también cambia por la terneza de las hojas de más al centro de la planta. 

Recuerdo que cuando era niño, la abuela siempre le reprochaba cariñosamente al abuelo: "Tú dices que son mejores las hojas verdes pero siempre te comes primero las más blancas y me dejas a mí las que se suelen comer las gallinas". Y él no respondía y asentía con una sonrisa de pícaro. Como mucho, se limitaba a decir cuando ya no quedaba ensalada en la fuente: "¡Cómo regalan el paladar estos platos!". Y entre tanto, la abuela se refrescaba el gaznate bebiéndose el aliño bien avinagrado que había quedado en la ensaladera

Escarola, una hortaliza invernal muy saludable. Foto del autor del blog.
Escarola, una hortaliza invernal muy saludable. Foto del autor.

Así que cuando como ensalada de escarola yo también me regalo el cuerpo y el alma disfrutando del plato y rememorando aquellas entrañables comidas con los abuelos. Es más, para las comidas navideñas, como la cena de Nochebuena, nunca falta en la mesa una 'ensalada de Navidad' de toda la vida, cuya preparación es bien sencilla.

Lo mejor es disponer de una esquerola de una huerta de proximidad, que haya sido cultivada con esmero, enterrándola con tierra o atándola en manojo para que las hojas del centro queden blancas y no amargueen demasiado. Una vez lavada y troceada, se coloca en una fuente, se aliña con aceite, sal y vinagre según nuestras preferencias y se le añaden unos granos de mingrana o granada.

Mingranas a a venta en el mercado agroecológico de Zaragoza. Foto del autor del blog.
Mingranas a la venta en el mercado agroecológico de Zaragoza. Foto del autor.

El resultado es un plato vistoso, gustoso y la mar de saludable, pues ayuda a digerir las normalmente pesadas y abundantes preparaciones de las fiestas navideñas. 

Y a vosotros, ¿qué os gustan más, las hojas blancas y tiernas o las más verdes y crujientes? 

jueves, 4 de diciembre de 2025

Garbanzos en salsa contra los fríos de diciembre

El frío ya se deja notar en estos días de diciembre y apetecen platos de cuchara bien suculentos para nutrir y calentar el cuerpo y el alma. Un producto básico en estas preparaciones son los garbanzos, imprescindibles en platos paradigmáticos de toda la cocina tradicional española, como el cocido. Hoy nos centraremos en una receta pirenaica de tiempo inmemorial, los garbanzos en salsa.

Plato de garbanzos en salsa. Foto del autor del blog.
Plato de garbanzos en salsa. Foto del autor.

Los garbanzos y otras legumbres tan populares como las alubias y las lentejas han estado y siguen estando presentes de forma regular en las mesas de toda familia que se precie de llevar una alimentación saludable y equilibrada. Antaño, los guisos a base de legumbres eran plato casi diario en nuestros pueblos y ciudades en casi todas las clases sociales. Lo único que las diferenciaba, si acaso, eran los ingredientes que acompañaban a los garbanzos, o sea, el tipo y la calidad de las verduras y carnes que daban sabor y consistencia al conjunto.

En los valles aragoneses del Pirineo, por ejemplo, se solían hacer con una salsa sencilla a la que incluso, a veces, se adicionaba algo de galleta para darle un toque festivo y muy peculiar.

Para elaborar este plato con garantías, es fundamental echar mano de unos garbanzos de calidad, que habrá que dejar a remojo la noche anterior a su cocción para que se ablanden. Yo he utilizado garbanzos de la variedad pedrosillano de cultivo ecológico. Para darle más hechuras de plato único, se ponen a cocer junto con varias patatas, en función de los comensales, cortadas a cuadrados pequeños en una olla con agua y sal.

Garbanzo pedrosillano de cultivo ecológico, a remojo. Foto del autor del blog.
Garbanzo pedrosillano de cultivo ecológico, a remojo. Foto del autor.

Se añaden un chorizo y panceta cortados a trozos y, cuando estén casi hechos, se incorpora un sofrito de cebolla, tomate y zanahoria, además de un huevo duro cortado a trozos pequeños. También se puede hacer previamente el sofrito en la misma cazuela en la que vamos a cocer los garbanzos y demás ingredientes, que incorporaremos cuando las verduras estén pochadas, cubriendo de agua el conjunto para llevar a cabo la cocción.

Además de todos los ingredientes apuntados, yo he preparado los garbanzos en salsa de la fotografía añadiendo al guisote un jarrete de cordero, que le ha dado más sabor rural y más nutrición al plato.

Otto Bestué rosado 2025. Foto del autor del blog.
Otto Bestué rosado 2025. Foto del autor.

Y para maridarlo me he decantado por un rosado jovencísimo, de la añada 2025, que elaboran en Bodega Otto Bestué, de la D. O. Somontano, con uvas de garnacha. Es un vino muy fresco y juvenil, con destacadas notas de frutas rojas, como fresas y frambuesas, que aparecen en la boca con presencias de agradables golosinas. Quien prefiera un vino tinto, lo deseable es que sea joven y frutal para que concuerde con los alegres sabores de las verduras y de los propios garbanzos.

Rico panettone de Ascaso de un kilo para disfrute de toda la familia

Ya hace siete años que Pastelería Ascaso lanzó por primera vez para la campaña de Navidad sus riquísimos panettones, una especialidad itali...